domingo, 17 de noviembre de 2013

Piazzola-Ginastera


 Astor Piazzola y Alberto Ginastera,  2 argentinos 2 cuya música ha sonado  estos días en Pamplona. 2 argentinos 2 que de nuevo nos acercan de alguna manera a la música popular, a la música de “uno”, a la música que uno ha escuchado en su pueblo desde pequeñito y que simplemente por eso, independientemente  de sus valores puramente musicales, no toca la fibra, nos llega al corazón.

Piazzola (Mar del Plata, 1921-Buenos Aires, 1992) Compositor y bandoneonista. fue uno de los artífices de la renovación del tango a través de su instrumento (el bandoneón) y sus composiciones. Con gran prestigio en Europa, y con mucha polémica en Argentina acerca de si lo suyo era o no tango. En cualquier caso, la influencia de Astor Piazzolla y de la nueva estética musical que supo imponer en el tango marcó de forma insoslayable a las generaciones más jóvenes de artistas inclinados hacia la música popular de Buenos Aires. (Por cierto, estudió algo con Ginastera). Cuando en 1959 murió su padre, a pesar de los cachetes que le había dado en la infancia y que el hijo aún recordaba sin rencor, Piazzolla compuso en su homenaje acaso su obra más bella: Adiós, Nonino. La que os propongo…

Alberto Ginastera (Buenos Aires, 1916-Ginebra, 1983). Sus primeras producciones fueron de carácter marcadamente  nacionalista, inspiradas en el folklore argentino. Con posterioridad, el lenguaje de Ginastera abandonó los ritmos y las melodías de su tierra para integrar técnicas más vanguardistas. Propongo escuchar dos obras de su primera época, “La Danza de la Moza Donosa” con el piano del también argentino Daniel Barenboin, y su deliciosa canción “El Albol del Olvido”, interpretada por dos argentinas, Mercedes Sosa canta, y Martha Argerich le acompaña al piano.

¿SOBREDOSIS?








jueves, 14 de noviembre de 2013

Sueño de una noche de verano



Acabo de escuchar esta obra y aunque resulte uno poco anacrónico os propongo esta "música Incidental".

Música incidental es la música escrita expresamente para acompañar una obra teatral, un programa de televisión, un programa de radio, una película, un videojuego y otras formas que no son en principio musicales. En el caso del cine tal vez sea con más frecuencia llamada música de cine o banda sonora. Es lo que podíamos llamar "música de fondo" y crea una atmósfera especial para la acción.

El uso de música incidental se remonta a la antigüedad, al drama griego. Y después numerosos compositores han compuesto música incidental para varias obras teatrales, recordemos por ejemplo  el “Abdelazer, o La Venganza del Moro”  de Henry Purcell, o Rosamunde con música de Franz Schubert. L'Arlésienne con música de Georges Bizet, o Peer Gynt con música de Edvard Grieg o El sueño de una noche de verano con música de Felix Mendelssohn y muchas de ellas, se han popularizado tanto que  a menudo se interpretan en concierto fuera del contexto de la obra para la que se creó.

El sueño de una noche de verano fue escrita por Mendelssohn (Hamburgo, 3 de febrero de 1809 – Leipzig, 4 de noviembre de 1847) para la obra teatral del mismo nombre de Shakespeare. La escribió en diferentes épocas de su vida.  La obertura, op. 21, fue terminada el 6 de agosto de 1826, cuando tenía 17 años . Fue escrita como una obertura de concierto, no asociada con ninguna representación teatral. La obertura fue escrita después de que el compositor leyera la traducción al alemán de la obra de Shakespeare en 1826.

En 1842, unos pocos años antes de su muerte, escribió música incidental (op. 61) para una producción de la obra de teatro, en la que incorporó la obertura existente. La música incidental incluye la famosa Marcha nupcial.

Toda la obra es bellísima y os gustará si la escucháis entera, yo os propongo la Obertura, que es lo que yo he escuchado, en la lectura que de ella hace el director Kurt Masur,  en una interpretación en directo con la Orquesta del  Gewandhaus de Leipzig.