martes, 19 de mayo de 2015

Pogorelic-Berber-Croacia



El jueves teníamos ya previsto el viaje de regreso, así que, dedicamos la tarde del miércoles a lo habitual en estas ocasiones, últimas compras,  últimos paseos y pateos y callejeos por Dubrovnik y última cena en Arka,  con los consabidos brindis y deseos de volver o, al menos, de hacer otro viaje juntas.

Desde la ventana de un primer  piso de la Stradum, calle principal del Dubrovnik  antiguo,  una señora nos invitó a subir, explicándonos en lenguaje de gestos y algo de inglés, que allá arriba había una tienda.

Subimos varias de nosotras y verdaderamente tenía cosas  preciosas, algunas hechas por ella: estilizadas bailarinas de ballet, faros, barquitos y gaviotas, juegos de mil colores para niños, cuadros pintados por ella y entre todo, destacaban dos pinturas de gran formato verdaderamente bellas.

Rosa Mari Olagüe se interesó por ellas.  La señora nos explicó que eran de Berber… pintor croata que había fallecido hacía un par de años. Abrió un enorme libro dedicado al pintor por una página al azar  en la que aparecía una fotografía de la familia del pintor y… alguien más ¡Oh casualidad¡ el pianista, también croata Ivo Pogorelich, a quien yo conozco bien, entre  otras razones porque ha tocado dos o tres veces en Pamplona. A la señora de la tienda le sorprendió bastante que yo le conociera.

Pues bien me he interesado por el pintor  por esas redes de Dios y se trata de Mersad Berber (Bosnia-Herzegovina, el 1 de enero de 1940-Zadred, 7 octubre 2012)., uno de los pintores figurativos más celebrados de la antigua Yugoslavia y de la actual Croacia y que ¡Oh cielos!  ha hecho exposiciones en Barcelona, en Palma de Mallorca, en Vigo, Girona, Madrid, que además, ha sido premiado en numerosos países y con obra integrada en algunas de las más prestigiosas colecciones del mundo, como la de la Tate Gallery de Londres. 

Entono un Mea Culpa por mi ignorancia

En cuanto al pianista Ivo Pogorelich, croata también, nacido en Belgrado, en octubre de 1958, empezó a estudiar piano a los siete años y a los doce, él y su familia se trasladaron a Moscú En 1980 se casa con su profesora Aliza Kezeradze, mucho mayor que él, y permanecen juntos hasta 1996, año en que su esposa muere. A partir de entonces cesan sus grabaciones y se deja ver en conciertos en raras ocasiones. Recientemente está de nuevo en activo y ha vuelto a dar conciertos.

Paradójicamente, el escándalo provocado por la pianista argentina y miembro del jurado Martha Argerich por su eliminación en las semifinales del Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin en Varsovia en 1980, le supuso el salto a la fama internacional gracias a la enorme repercusión mediática que tuvo el enfado de la gran pianista, quien abandonó el jurado declarando que "Pogorelich es un genio".


Os dejo pues con un par de cuadros de Berber, la foto en la que aparece Pogorelich con la familia de Berber y que yo vi en el libro de que he hablado y algo de música  de Piano, un nocturno de Chopin, interpretado por Ivo Pogorelich

jueves, 14 de mayo de 2015

Bolero "vasco"

Bien podía haber elegido para celebrar Sam Isidro un chotis, o algún número de la deliciosa Verbena de la Paloma. De Tomás Bretón, pero hoy estoy un poco revoltosa y he elegido un “bolero” y para más señas, un bolero vasco….

Pues sí, las pizpiteras Hermanas Katia y Marielle Labeque , que se presentan a sí mismas como «dos pianistas inconformistas imposibles de encasillar», tocan algo tan estrambótico como el Bolero de Ravel, pero a ritmo de txalaparta. Y eso tiene su porqué.

Las pianistas nacen en Bayona y viven en la zona  y  Maurice Ravel era natural de Ziburu, bien cerquita,  y ello ha llevado a las hermanas Labèque a dar un paso audaz e interpretar el famoso «Bolero» de Ravel junto a percusionistas tradicionales vascos, con la txalaparta, en vez de intérpretes de corte clásico.

Leo por ahí  a César Coca y trascribo: “Sin duda puede sonar extraño en un primer momento, pero las hermanas Labèque, Gimeno y Biscary consiguen ir creando lentamente el clímax que la pieza exige sin variar en ningún momento el tempo. Desde la levedad de los pianísimos de las primeras repeticiones de la melodía hasta la apoteosis final, con un aluvión de notas en el piano y los percusionistas dejándose las manos en el golpeo de los instrumentos.

La vasquización de esta obra no es un capricho exótico de Katia y Marielle Labèque. Algún investigador ha hallado un parecido notable entre el ritmo monótono (hasta la obsesión cuando se llega a las últimas de la veintena de repeticiones) del Bolero y los pasacalles que el compositor escuchaba en las fiestas religiosas de los pueblos de su comarca”.


Os dejo a las hermanas u “su” bolero raveliano….

lunes, 11 de mayo de 2015

Concierto para Piano y Orquesta nº 2 Saint-Saëns

Hoy hace tres años que me jubilé y cuando una celebra ese día, generalmente celebra más cosas por ejemplo, hoy estoy celebrando que ha salido un día radiante, lleno de sol, lleno de luz, lleno de color, lleno de calorcito de ese, del bueno, del que se pega al corazón.

También celebro que tengo un año más, ya sesenta y ocho; celebro que tengo una familia a la que adoro y unos amigos a los que quiero. Además, en la radio he tenido una dedicatoria, sí si, una dedicatoria, como las de antes… No sé si era para mí, pero he oído mi nombre clarísimamente: “dedicado a Uxua Jiménez…”. Yo al menos, eso he entendido.

A lo mejor ha sido una alucinación auditiva, de esas que a veces me recuerdan que quizás tengo una doble personalidad, otro “yo”… En fin, en cualquier caso, la voy a compartir con vosotros, se trata del Concierto nº 2 para piano y orquesta, de Saint Saëns.


Según algunos, a Saint Saëns le costó diez días escribir el concierto; según otros, tres semanas. Lo cierto es que la obra se estrenó el 13 de mayo de 1868, con Saint-Saëns como solista La segunda función "a petición del público" permitió que esta vez fuera Anton Rubinstein quien se hiciera cargo del piano solista.
Es maravilloso ese comienzo del piano solo con una larga introducción (Miguel dice que parece una Tocata de Bach), pero escuchadlo todo, Os mando la versión del viejecito Rubinstein, pero en este caso Arthur.