domingo, 25 de febrero de 2018

Escenas del Bosque - Schumann




Es mediodía (no el solar),  el sol está casi  en lo más alto, muy cerca del cenit y proyecta mi sombra, mínima, de no  más de diez palmos, apuntando al norte. Ni una nube, ni una pizca de viento, cero grados, día lleno de luz y maravilloso para pasear y escuchar música. No me doy prisa, no la tengo, aunque probablemente mi cuerpo agradecería un paso más ligero.

En mi último paseo por la Universidad afirmé que los primeros árboles del camino eran chopos, hoy creo que no lo son,  probablemente sean  álamos, aunque  deben ser de la familia... Voy dejando atrás el acirón y los tilos, el carpe blanco y los distintos cipreses:  italianos, de Nootka, de Lawson… los ginkgos biloba, los madroños ya con alguna flor, y los arces,  las numerosas secuoyas gigantes y las menos numerosas y majestuosas sempervirens, los plátanos y almeces, abedules y magnolios, los cedros del Himalaya y del Atlas, que de los dos hay, y otros tantos y tantos cuyos nombres no conozco. No soy capaz de apreciar diferencias significativas desde mi anterior paseo.

No hay pájaros en el Campus. ¿Porqué?. Todos los que he visto han sido un petirrojo –uno-, dos gorriones al lado de los contenedores de basura en la trasera del Edifiio Central. cuatro  urracas, o picarazas, como se llaman en mi pueblo, siempre en parejas, como antaño la Benemérita, y siempre intentando llevarse al nido algo que brille: latas, cristales, incluso joyas, dos cuervos (supongo que lo eran) negros como el azabache, uno en un árbol y el otro en lo alto de uno de los edificios dando unos graznidos, “crack-crack-crack”, con voz ronca y metálica. No hay más pájaros en la Universidad, al menos yo no los he visto.

La radio emitía barroco americano y algún Schumann, me he decantado por éste y sus deliciosas Waldszenen Op. 82, o “Escenas del Bosque”; es una obra programática, integrada por un  conjunto de 9 piezas cortas para piano, compuestas por Robert Schumann entre 1848 y 1849.

El compositor señaló  que Escenas del Bosque, “no pretende denotar un bosque conocido por el compositor, si no los múltiples estados del alma en el marco de un bosque fantástico, macabro y misterioso”. Los títulos de las piezas son:  1- Entrada en el bosque, 2- El cazador al acecho, 3- Flores solitarias, 4- El valle maldito, 5- Paisaje amigable, 6- El albergue, 7- El pájaro profeta, 8- Canción de los cazadores, 9- Despedida. De entre ellas destacan sobre todo la número 4 (El valle maldito) y la número 7 (El pájaro profeta) de una gran originalidad.

Propongo su escucha en la lectura que de ellas hace la estupenda pianista portuguesa Maria Joao Pires, que ya ha anunciado su retirada del  público. Como siempre, ¡Buena escucha!

miércoles, 21 de febrero de 2018

Sposa, non mi conosci de Geminiano Giacomelli,




El viento del norte ha entrado en la ciudad. Se ha colado sin previo aviso  y, mientras  camino contra él, siento como si una pantalla transparente me impidiera avanzar. Inclino el cuerpo hacia adelante y balanceo los brazos tratando así de vencer esa fuerza poderosa.

Miro al cielo que  por momentos  se vuelve azul, liberándose de las nubes que  durante tantos días lo han ocupado y liberándome  a mí de la lluvia pertinaz que me deja los pelos de aquella manera y  que ha anegado el césped de la Vuelta del  Castillo convirtiéndolo en una especia de esponja suave que se hunde bajo mis pies.

Escucho a Cecilia Bartoli en el Aria Sposa, non mi conosci  de Geminiano Giacomelli, aria compuesta para la voz de un castrado y tomada de su ópera “Merope” . Tengo la sensación de que ahora camino a favor del viento.

Cuenta Laia Barber  como , para mitigar la tristeza crónica de Felipe V de España, durante dos décadas, noche tras noche, Farinelli cantó las mismas arias al monarca.

Durante los siglos XVI y XVII la Iglesia católica prohibió a las mujeres cantar en las iglesias y la prohibición se extendió a los grandes teatros del barroco.

Se comenzó así a practicar la castración a niños entre siete y doce años,  reservando la voz infantil para el cuerpo del adulto en el que el castrati se convertiría, con el consiguiente aumento de capacidad pulmonar. Los conservatorios de Nápoles fueron transformados de orfanatos a fábricas de castrati que eran enviados a las cortes de toda Europa.

Durante casi tres siglos se mantuvo el gusto y la devoción  por los castrati. Su voz y androginia servía a las mil maravilla para los roles masculinos y femeninos.

El Romanticismo en su búsqueda de veracidad, terminó con este  excéntrico uso y espantosa costumbre cuando en Italia, José Bonaparte, a instancias de Napoleón estableció la pena capital para quien practicara la castración.

En teoría, alrededor de 1861 la Iglesia dejará paulatinamente de solicitar castrati para su coro Sixtino y en 1902 el papa León XIII prohíbe definitivamente que canten en el coro, último bastión de tales voces en ese momento.

Alessandro Moresschi, fallecido en abril de 1922, está considerado como el último de los castrati en la música occidental.
Os dejo con el viento a favor y con Cecilia Bartoli interpretando el Aria Sposa, non mi conosci , de Geminiano Giacomelli,  haciendo gala de todos sus recursos vocales. Como siempre, a disfrutar.

domingo, 11 de febrero de 2018

El Carnaval Romano- Hector Berlioz



Llueve y no sé si está el día para mucho Carnaval, pero a lo largo y ancho de la geografía los ritos, brujas, osos, bandidos…  llenan de magia y colorido cualquier rincón de cualquier pueblo. Los ioldunak  (cencerreros)de Zubieta e Ituren, Miel Otxin de Lanz, los Momorrotxos de Alsasua,y  los carboneros de Goizueta, y los mumuzarros y los  zaku-zaharrak y, sobre todo, gente del pueblo que no quiere ser mero espectador  sino protagonista en toda regla de la fiesta:  payasos, toda una fauna de animales, jugadores de cualquier deporte, gitanos y gitanas que te leen la mano o te echan la “guenaventura”, trapecistas, bajitos ataviados de Superman, bailarines con tutú, mujeres barbudas o jugadores de sumo, chinos, vaqueros e indios… y yo? , sin disfraz, sin máscara, a cara descubierta paseo bajo la lluvia pero nadie me reconoce.

Es carnaval y procede escuchar música de carnaval y haberla, haila:  Schumann compuso su Carnaval de Viena y su Carnaval op. 9; Saint Saëns su Carnaval de los Animales,  Verdi su “Un baile de máscaras (Un ballo in maschera)”, Paganini su Carnaval de Venecia del que tantos arreglos se han realizado,  Dvorak su obertura de concierto “Carnaval,” op. 92,  Hector Berlioz (1803/1869), su Carnaval Romano, op. 9, cuya escucha propongo hoy.

Recojo algunos datos por Internet.

El carnaval romano de Hector Berlioz es una Obertura compuesta en 1844 escrita para gran orquesta y que constituye el Op. 9 de su catálogo.

La obertura procede de la ópera “Benvenuto Cellini” que fue un rotundo fracaso. Los libretistas Léon de Wailly y Auguste Barbier se basaron libremente en las memorias del escultor Benvenuto Cellini y añadieron una trama amorosa absolutamente ficticia. El argumento se centra en la fundición de la estatua del Perseo que se puede ver actualmente en la Piazza della Signoria de Florencia.

Al pobre Berlioz esta ópera le dio, desde su inicio, muchos dolores de cabeza, fue un desastre y como dijo el autor: ”Fue abucheada con una unanimidad y energía admirables”. La ópera empezó a ser llamada Malvenuto Cellini. Y Berlioz la retiró.

Recogiendo los restos del naufragio, Berlioz aprovechó algunos de los temas,  y uno de ellos fue la Obertura, llamada  “El carnaval romano” y que con el tiempo pasaría a ser una de sus obras más populares y aclamadas.

La vamos a ver interpretada por la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Christoph Eschenbach. Dura solo nueve minutitos de nada.
¡Felices Carnavales!!!!


sábado, 3 de febrero de 2018

Hugo von Hofmannsthal-Strauss


El 1 de febrero de 1874 nace en Viena Hugo von Hofmannsthal,  hijo único, había nacido en una familia aristocrática de banqueros, tuvo una excelente formación en Viena. A edad temprana emperezó a escribir poemas,el primero publicado cuando tenía 16 años, y piezas cortas en verso que le permitieron apenas sobrepasados los 20 años, ser amigo de importantes escritores del momento.
Leo en el blog An Die Musik “Generalmente, la ópera es cosa de dos, a menos que te apellides Wagner. Tenemos un libretista que es el autor del poema y un compositor que va a traducir esos versos en música. Esta sociedad, no es equitativa. Ese “prima la musica e poi le parole”, se ha demostrado con claridad en casi todas las ocasiones. Todos sabemos quién es el compositor de Fidelio, pero si preguntamos por el libretista, a más de uno se nos va a complicar la respuesta.
Aún así, ha habido grandes colaboraciones en el mundo de la ópera que se han acercado a la colaboración de igual a igual. Cómo olvidar ese mágico dúo Wolfgang Amadeus Mozart y Lorenzo da Ponte, o la otra gran asociación de Giuseppe Verdi y el más joven Arrigo Boito. Pero, siendo Da Ponte y Boito figuras muy importantes, su fama no sería la misma si no fuera por su asociación con Mozart y Verdi.
El caso de Richard Strauss fue un poco diferente. Strauss había hecho sus pinitos en la ópera con libreto propio, emulando al otro Richard, con no demasiada fortuna. Antes de la composición de Salome, Richard Strauss había conocido a un joven poeta en Berlín. Es 1899 cuando Strauss se encontrará con Hugo von Hofmannsthal, En 1903, Strauss vuelve a acercarse a Hugo von Hofmannsthal, mejor dicho, a su obra. En Berlin se representa el drama inspirado en la mitología clásica, Elektra de Hofmannsthal, con dirección escénica de Max Reinhardt. Strauss asistirá a la representación En ese instante, acaba de nacer una de las sociedades artísticas más importantes de la historia de la música. Strauss pedirá a Hofmmansthal que haga algunas modificaciones en su poema. El poeta satisfará al músico. El resultado, una de las más geniales obras musicales del siglo que acababa de comenzar.
Colaborarían “de igual a igual” en seis óperas: Elektra, Der Rosenkavalier (El caballero de la Rosa), Ariadne auf Naxos, Die Frau ohne Schatten (La mujer sin sombra), Die ägyptische Helena (La Helena egipciaca) y Arabella.
Absolutamente recomendable acercarse a los textos; en Kareol están casi todos en español, aunque con traducciones no profesionales…..
Recordamos a ambos, especialmente a Hugo von Hofmannsthal en su aniversario y propongo escuchar este pasaje en el que Elektra le desea la peor de las muertes a su madre Klytämnestra. Vemos como la música describe el horror que siente la madre y el salvajismo que domina la mente de la hija ávida de venganza. Al final de la escena se giran las tornas, al llegar la noticia de la, falsa, muerte de Orestes.