El 13 de febrero de 1883 muere en
Venecia Richard Wagner, nacido en Leipzig el 22 de mayo de 1813. Compositor, director de
orquesta, poeta y teórico musical que aunque prácticamente sólo compuso para la
escena, su influencia en la música es un hecho incuestionable. Las grandes
corrientes musicales surgidas con posterioridad, desde el expresionismo hasta
el impresionismo, por continuación o por reacción, encuentran en él su
verdadero origen, hasta el punto de que algunos críticos sostienen que toda la
música contemporánea nace de la armonía, rica en cromatismos, en disonancias no
resueltas, de Tristán e Isolda.
La literatura, además de la música, fue desde el principio su
gran pasión, pero el conocimiento de Weber y, sobre todo, el descubrimiento de
la Sinfonía núm. 9 de Beethoven lo orientaron definitivamente hacia el cultivo
del arte de los sonidos, aunque sin abandonar por ello su vocación literaria,
que le permitiría escribir sus propios libretos operísticos.
De
formación autodidacta, sus progresos en la composición fueron lentos y difíciles. Hasta
el estreno, en 1843, de El holandés errante, no encontró el compositor su voz personal. Tannhäuser y Lohengrin señalaron
el camino hacia el drama musical, la renovación de la música escénica que llevó
a cabo Wagner, tanto a nivel teórico como práctico, en sus siguientes
partituras: El oro del Rin (primera
parte de la tetralogía El anillo de los nibelungos) y Tristán e Isolda.
En estas obras su gran aspiración no era otra que la de lograr
la «obra de arte total» en la que se sintetizaran todos los lenguajes
artísticos.
Sus
ideas tuvieron tantos partidarios como detractores. Uno de sus más entusiastas
seguidores fue el rey Luis II de Baviera, gracias a cuya ayuda económica el
músico pudo construir el Festspielhaus de Bayreuth, un teatro destinado
exclusivamente a la representación de sus dramas musicales, cuya complejidad
superaba con mucho la capacidad técnica de las salas de ópera convencionales.
En 1876 se procedió a su solemne inauguración, con el estreno del ciclo
completo de El anillo de los nibelungos. Años antes, en 1870, el
compositor había contraído matrimonio con la hija de Franz Liszt, Cosima, con
quien había mantenido una tormentosa relación cuando aún estaba casada con el
director de orquesta Hans von Bülow. Wagner dedicó los últimos años de su vida
a concluir la composición de Parsifal.