miércoles, 7 de noviembre de 2018

Chaikowski Patética




El  6 de noviembre de 1893, muere en San Petersburgo  Piotr Ilich Chaikowski, nacido el 7 de mayo de 1840 en una pequeña ciudad industrial de los Montes Urales; hace pues 125 años que nos dejó.
Recojo por internet un poquito de información sobre este gran compositor.  Ruso él pero su estilo no puede encasillarse dentro de los márgenes del nacionalismo del momento. Su música, de carácter cosmopolita es, ante todo profundamente expresiva y personal, reveladora de la personalidad del autor, compleja y atormentada.

La ayuda económica  de una rica viuda, Nadejda von Meck –a la que paradójicamente nunca llegaría a conocer–, permitió a Chaikovsky dedicar todo su tiempo a la composición. Fruto de esa dedicación exclusiva fueron algunas de sus obras más hermosas y originales, entre las que sobresalen sus ballets:  El lago de los cisnes, La cenicienta, La bella durmiente y Cascanueces; sus óperas:  Evgeny Oneguin y La dama de picas, y las tres últimas de sus seis sinfonías.

 La última de ellas, subtitulada «Patética», es especialmente reveladora de la compleja personalidad del músico y del drama íntimo que rodeó su existencia, atormentada por una homosexualidad reprimida y un constante y mórbido estado depresivo.

El mismo año del estreno de la “Patética,  1893, se declaró una epidemia de cólera; Chaikowski  bebió un vaso de agua sin hervir y contagiado, la enfermedad puso fin a su existencia. Esta es una de las versiones. Según algunos,  el vaso de agua lo que  contenía era un potente veneno, un suicidio pues, pudo ser la causa de su muerte. Al parecer, al descubrirse su relación con un joven alumno, se le hizo un juicio conminándole a hacer pública su condición homosexual.

Sea como fuere nos dejó su música, y os propongo esta Sexta Sinfonía “Patética”, concretamente el Cuarto movimiento. Marcado por un "adagio lamentoso" (lento, lamentoso), la Existencia y la Nada se baten en un colérico cuerpo a cuerpo que nos impide adivinar quién es quién.  De gran intensidad emocional y profundo dramatismo, transmite desesperación y pesar, aunque Chaikovsky en un momento escribe en la partitura que se toque con ternezza e devozioine, con ternura y devoción. La  Sinfonía n. º 6, es la última que compuso. Chaikowski la dirigió en su estreno en San Petersburgo nueve días antes de su muerte.

Como siempre, a disfrutar