martes, 31 de julio de 2018

Morgen- Strauss - Nieto Bárbada


Esta mañana, en mi paseo brillaba el sol. Mientras en la Vuelta del Castillo talaban tres hermosísimos álamos blancos  enfermos, que previamente habían sido despojados de sus hojas y ramas; ésta mañana, en mi paseo, mientras algunos no podíamos entender como este pulmón de Pamplona, este lugar de uso  cotidiano para gente mayor por sus  árboles para la sombra y bancos para el descanso; ésta mañana,  y repito, sin poder  entender como pasados más de quince días desde el final de las Fiestas,  este Parque tan frecuentado por niños, jóvenes y gente talludita, como yo, cómo este hermoso lugar continúa cercado por vallas, supuestamente estableciendo  un recinto de seguridad por los Fuegos Artificiales de San Fermín, en fin, esta mañana, a pesar de la tala de árboles, enfermos sí, pero duele, a pesar de las vallas que llevan ahí un mes reduciendo a tal vez menos de una décima parte la superficie de parque utilizable, a pesar del Ayuntamiento…  a pesar de tanto pesar,  esta mañana, en mi paseo,  brillaba el sol y tenía su razón de ser. Un niño precioso, Martín, acaba de nacer y de inundar de alegría a una familia amiga.
Y me he acordado de un bellísimo lied,  una bellísima canción, es casi una nana. Como leo en “Sonidos del Tiempo”, la letra es sencilla y más bien tópica, pero se eleva muy por encima de su valor original gracias a la maravillosa música de Strauss.
Strauss compuso una versión con acompañamiento de piano y otra con orquesta. En Youtube podéis encontrar las dos, pero la pianística juega en desventaja porque tal vez no puede competir con el violín solista en la melodía del comienzo, que es puro "legato" y puro "cantabile".
Hay muchas versiones en Youtube, la genial Janet Baker; Anna Netrebko con el violín solista de Joshua Bell; la de Renee Fleming y tantas y tantas, pero he elegido ésta con  Joyce DiDonato, tal vez porque hace un par de años tuvimos la suerte de tenerla en Pamplona con la “Alcina” de Häendel y que tantos conservamos en la memoria por su excelente interpretación.
Escuchemos pues el lied de Strauss, Morgen! (Mañama) Op. 27.4 Texto de John H. Mackay (1864 - 1933). Pongo el texto en español, que ayuda.
MAÑANA
Y mañana brillará de nuevo el sol,
y por el sendero que recorreremos
la felicidad de nuevo nos envolverá
en el seno de esta tierra embriagada de sol…

Y hacia la extensa playa de olas azuladas
descenderemos lentamente en silencio,
mudos nos miraremos a los ojos
y sobre nosotros caerá el silencio de la felicidad…

lunes, 9 de julio de 2018

Jeux d'eau a la Ville d'Este - Liszt

Jeux d' eau a la villa d' Este
Cuarto día de San Fermín. Después del Encierro, paseo por la Vuelta del Castillo, impecable, absolutamente limpia, su cuidadísimo césped acoge el merecido y necesario  descanso de algunos peregrinos, no de los del Camino de Santiago –que igual también- sino de los  Peregrinos de la Noche. Los empleados municipales se han puesto de su parte y han tenido la deferencia de no regar y hasta da la sensación de que “han ahuecado” el verde colchón. También los árboles colaboran con su sombra: los almeces, los negundos, o los hermosos cedros del Atlas y del Hilalaya, que de ambos hay, o las secuoyas, o los bellos olmos  supervivientes a la grafiosis, algunos robles alóctonos, que no acaban de adaptarse al Parque,  y un cielo de un azul , que hace presagiar un bello día.
Y música¡¡¡ Y escucho a Liszt, el gran Liszt, probablemente uno de los primeros músicos en tener un club de fans… el primero en acuñar un término, La “Lisztomanía”, también conocida como fiebre Liszt,  término empleado para describir el frenesí de los seguidores dirigido hacia Franz Liszt durante sus actuaciones, acuñado realmente  por Heinrich Heine en un folletín el 25 de abril de 1844, analizando la temporada de conciertos de dicho año en París y que se caracterizó por los niveles intensos de histeria demostrados por los seguidores.
Y qué he escuchado? Algunas de sus “Veladas Musicales” y su “Jeux d’eau a la Villa d’Este”, (Juegos de Agua, o Fuentes, de la Villa de Este). La representación del agua forma parte fundamental del arte en todas las culturas. Liszt lo hace en esta obra, perteneciente  a su Tercer cuaderno de ” Años de Peregrinaje” (su cuarto número), un conjunto de tres suites para piano solo, inspirado en las experiencias de sus viajes. Posteriormente el compositor vasco Maurice Ravel se inspiró en ese número para componer su “Jeux d’eau” .
"Les jeaux d’eaux à la Villa d’Este, fueron compuestos en 1877 e incorporados al tercer cuaderno de «Años de peregrinaje». Leo por Internet  que es un tema varias veces presente en la escritura pianística; pero Liszt no se queda en la mera descripción, sino que más allá se percibe una intención lírica que trasciende la obra. Es cierto que con esta obra vuelve a la opulencia y untuosidad de la cumbre de su carrera; sin embargo, el virtuosismo aparece como transfi gurado, puesto al servicio de un impresionismo que cautiva y de la expresión de una emoción interna. Propongo su escucha en la versión del viejecito (ya fallecido) gran pianista chileno, Claudio Arrau.
A disfrutar