La Sinfonía n. º 6 en si menor ,
op. 74 , Patética, es la última que compuso Tchaikovsky y que dirigió en su estreno en San
Petersburgo el 16 de Octubre de 1893, nueve
días antes de su muerte y es la que esta tarde escucharemos en el Baluarte en
versión de la Orquesta Sinfónica de Euskadi bajo la dirección de Michael
Francis y la que, tras mi silencio (para alivio y descanso de muchos) os propongo escuchar.
Piotr Ilich Tchaikovsky o
Chaikovski (Votkinsk, Rusia, 1840 - San Petersburgo, 1893). Ruso él pero su
estilo no puede encasillarse dentro de los márgenes del nacionalismo del
momento. Su música, de carácter cosmopolita es, ante todo profundamente
expresiva y personal, reveladora de la personalidad del autor, compleja y
atormentada.
Sólo tras la composición, ya en
la década de 1870, de partituras como la Sinfonía núm. 2 «Pequeña Rusia» y,
sobre todo, del célebre Concierto para piano y orquesta núm. 1, la música de
Tchaikovsky empezó a adquirir un tono propio y característico, en ocasiones
efectista y cada vez más dado a la melancolía.
La ayuda económica de una rica viuda, Nadejda von Meck –a la que
paradójicamente nunca llegaría a conocer–, permitió a Tchaikovsky dedicar todo
su tiempo a la composición. Fruto de esa dedicación exclusiva fueron algunas de
sus obras más hermosas y originales, entre las que sobresalen sus ballets El
lago de los cisnes, La cenicienta, La bella durmiente y Cascanueces, sus óperas
Evgeny Oneguin y La dama de picas, y las tres últimas de
sus seis sinfonías. La última de
ellas, subtitulada «Patética», es especialmente reveladora de la compleja
personalidad del músico y del drama íntimo que rodeó su existencia, atormentada
por una homosexualidad reprimida y un constante y mórbido estado depresivo. El
mismo año de su estreno, 1893, se declaró una epidemia de cólera; contagiado el
compositor, la enfermedad puso fin a su existencia, según algunos y un suicidio
con arsénico según otros.
Sea como fuere nos dejó su
música, y os propongo esta Sexta Sinfonía “Patética” en la versión de otro
ruso, Valery Gergiev que ¿cómo no?, ha estado en Pamplona y se llevó de gira al
Orfeón Pamplonés a los Estados Unidos.
Como siempre, a disfrutar
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