Nuestro recuerdo
hoy a Enrique Granados que murió un día como hoy, 24 de marzo de 1916 en el
Canal de la Mancha.
Nacido en
Campiña (Lérida) en 1876, su disposición para la música se reveló desde muy
niño. A los diez años de edad empezó a dar conciertos públicos. En 1887 pasó a
París, donde estudió y vivió con su amigo y coterráneo, el pianista Ricardo
Vinyes.
En 1910 envió
sus composiciones para piano Goyescas al pianista Montoriol Tarrés, que residía
en París. Tarrés estudió la obra y se entusiasmó con ella. La divulgó y el
éxito fue rotundo y constituyó la consagración del joven compositor. A raíz de
este concierto le fue concedida la Legión de Honor y recibió de Rouché,
director de la ópera parisiense, el encargo de convertir las Goyescas en ópera,
para su representación en París.
Enrique
Granados puso manos a la obra y concluyó la partitura sobre un libreto de F.
Periquet; pero estalla la guerra mundial y el proyecto se vuelve irrealizable.
Así las cosas, l editor neoyorquino Schirmer, se apresura a hacer proposiciones
a Granados: él está dispuesto a editar la obra y la hará representar en Nueva
York. Nuestro autor acepta y se traslada a América con su esposa.
La
representación de Goyescas, efectuada en el Metropolitan el 28 de enero de
1916, constituyó un éxito y Granados fue invitado por el presidente de los
Estados Unidos, Woodrow Wilson, para tocar en la Casa Blanca lo que le hizo perder el
transatlántico que había de traerle a España. Cumplido su compromiso, no quiso
esperar la salida de otro buque español y embarcó para Inglaterra. En
Folkestone, Granados y su esposa, el 24
de marzo embarcaron nuevamente en el vapor Sussex. El Sussex fue detectado por un
submarino de guerra alemán, que lanzó un torpedo que impactó en el medio del
casco, partiendo al Sussex por la mitad. La proa del Sussex se hundió
enseguida, mientras que la popa quedó a la deriva. El camarote de los Granados
se hallaba en la popa, y en él fueron encontrados sus equipajes y muchos
objetos personales, pero es claro que en el momento del impacto el matrimonio
se encontraba en otra parte del barco.
Al parecer Enrique
Granados se lanzó al agua y fue izado al poco a bordo de una de las lanchas de
salvamento, pero al ver poco después a su esposa debatiéndose entre las olas,
se lanzó a rescatarla, siendo engullidos los dos por el mar.(Wiquipedia).
Ninguno de los dos sabía nadar.
A su muerte se
sucedieron numerosos homenajes, siendo posiblemente el más emotivo (tal y como
cuenta Joan Alavedra) el organizado por Pablo Casals en el Metropolitan de
Nueva York, en el mismo escenario en el que poco tiempo antes habían estrenado
juntos Goyescas. La muerte sorprendió a Granados poco antes de cumplir 49 años.
Por ironías
del destino, el hijo de Enrique Granados, fue campeón de España de natación de
100 metros libres en 1923, y nadó por primera vez en España en estilo crawl.
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