El 3 de noviembre de 1801 nace en Catania (Sicilia) Vincenzo
Bellini y vivió tan sólo 34 años. Como muchos, fue un niño prodigio, poseía el
don de la melodía pura. Admirado por su amigo Chopin y por Wagner en el siglo
XIX, por Stravinski en el siglo XX y, a pesar de los enormes cambios producidos
en la estética musical, todavía es admirado por casi todos en el siglo XXI.
Compuso música sacra (motetes, misas, etc.), de cámara y
sinfónica, pero es la ópera el género musical que le dio fama. Sus óperas más
conocidas son Adelson y Salvini (1824), El pirata (1827), La extranjera (1829), Capuletos y Montescos (1830), que tendremos ocasión de escuchar en enero en el Baluarte a Maite Beaumont, Sabina Puértolas y José Luis
Sola, entre otros, La sonámbula (1831), Norma (1831) y Los puritanos (1835).
Con tan solo 34 años le sorprendió la muerte en París. Bellini
fue enterrado en el Cementerio
Pere Lachease, donde permaneció durante más de 40 años, cerca de su amigo Chopin y de Cherubini. En
1876 su cuerpo fue exhumado y trasladado a la catedral de Catania.
Tal vez su obra
maestra sea Norma, y ¿cómo no? propongo escuchar la “Casta Diva” en la versión histórica e
imponente de María Callas. Hay más versiones por la red: no os perdáis la de Joan
Sutherland o Montserrat Caballé, A Anna
Netrebko, Renné Fleming… y un largo etc…. Y como siempre, a disfrutar
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