viernes, 5 de diciembre de 2014

Zimermann-Mozart

      Se llevó la gran sorpresa cuando a los seis años descubrió que no todos los hogares disponían de un piano:

       Hasta entonces había supuesto que tocar el piano era una parte tan natural de la vida como comer, beber o dormir. Con esta misma edad debutó en la televisión de su Polonia natal interpretando sus propias obras.

       Nace el 5 de diciembre de 1956 en Zabrze (Polonia), curiosamente el mismo día  que moriría en Viena Mozart –de 1791-.

        En octubre de 1975 y contando,  solamente con 18 años, Zimerman obtiene -el más joven entre 118 participantes de 30 países diferentes- el primer premio, la medalla de oro y otros premios especiales del Concurso Internacional Chopin, de Varsovia, fundado en 1927 y considerado uno de los más (si no el más!) importantes del mundo y que le convertía en el artista más joven que haya obtenido hasta hoy este prestigioso galardón.

       No obstante y a pesar de toda la gloria de sus éxitos clamorosos anteriores, lo que para Zimerman supone realmente un antes y un después en su trayectoria vital y artística es su encuentro en París, a finales de 1976, con Arthur Rubinstein, hecho decisivo -según revelaría posteriormente el propio Zimerman- en la transformación de su visión de la música. Desde entonces sus actuaciones públicas -no más de cincuenta por año en todo el mundo- le han llevado a actuar como solista con las más prestigiosas orquestas de todo el mundo.

       A Zimerman le puede llevar años preparar una obra para interpretarla en público: su método de trabajo consiste en estudiar un amplio repertorio de obras a la vez, cada una a un diferente nivel de dominio o preparación. Haber vivido durante años con una composición le ayuda a producir una interpretación madura y meditada.

       A pesar de haber participado en diversos concursos y ganado varios de ellos al principio de su carrera, Zimerman se opone firmemente a la idea de los concursos como método de selección musical y declina todas las invitaciones para ser parte del jurado de concursos internacionales. Al margen del piano, se interesa por el órgano, la electrónica y la psicología.

Ell 22 de abril estará otra vez en Pamplona, (tal vez la quinta…) para ofrecernos un recital Brahms-Schubert. Recordando también la muerte de Mozart propongo escuchar su genial versión de la Sonata  No. 10 in C Major, K 330.


Felicidades Krystian

No hay comentarios:

Publicar un comentario