miércoles, 8 de octubre de 2014

Consolación núm. 3 Liszt


Acabo de escuchar  una obra, pequeña de duración, grande de belleza, de Franz  Liszt   (Ferenc,  en húngaro). Se trata de su bellísima Consolación número 3, para piano.

Nacido en Raiding, Hungría, ahora Austria, en 1811 y fallecido en Bayreuth, Alemania en 1886, su vida, como ya hemos apuntado en otras ocasiones,  constituye una de las novelas más apasionantes de la historia de la música, que sería imposible resumir aquí, paradigma del artista romántico, un niño prodigio, Ídolo de los salones parisinos y considerado en su tiempo como uno de los más grandes pianistas de la historia. Como anécdota, de su relación con Marie d’Agoult, condesa de Flavigny,  nació su hija Cosima, futura esposa de Richard Wagner.

 Su aportación a la historia de la música puede resumirse en dos aspectos fundamentales: por un lado amplió los recursos técnicos de la escritura y la interpretación pianísticas, y por otro dio un impulso concluyente a la música de programa es decir, aquella que nace inspirada por un motivo extramusical, sea éste literario o pictórico.

Las "Seis Consolaciones" compuestas  entre 1849 y 1850, en pleno amorío con la princesa Carolyne , recién  separada de su marido y oficial del ejército ruso,  el príncipe Nikolaus.  La relación,  extremadamente compleja debido a los reiterados e infructuosos intentos por conseguir el divorcio de Carolyne ante la Santa Sede,  va a durar catorce años.

Las Consolaciones, que llevan el subtítulo de “Seis pensamientos poéticos”, si bien son muy propias del universo musical de Liszt, se tiende a emparentarlas con la estética de los nocturnos de Chopin, por su espíritu y su técnica nada aparatosa. La Consolación N°3 es la que más ha concitado el favor del público y es la que he escuchado y la que os propongo.

Dos versiones Dos: la de Lang Lang con profusión de gestos yla de Horowitz, maravillosa por su sencillez. Quedaos con la que más os guste.


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