Hoy hace tres años que me jubilé y cuando una celebra ese día, generalmente celebra más cosas por ejemplo, hoy estoy celebrando que ha salido un día radiante, lleno de sol, lleno de luz, lleno de color, lleno de calorcito de ese, del bueno, del que se pega al corazón.
También celebro que tengo un año más, ya sesenta y ocho; celebro que tengo una familia a la que adoro y unos amigos a los que quiero. Además, en la radio he tenido una dedicatoria, sí si, una dedicatoria, como las de antes… No sé si era para mí, pero he oído mi nombre clarísimamente: “dedicado a Uxua Jiménez…”. Yo al menos, eso he entendido.
A lo mejor ha sido una alucinación auditiva, de esas que a veces me recuerdan que quizás tengo una doble personalidad, otro “yo”… En fin, en cualquier caso, la voy a compartir con vosotros, se trata del Concierto nº 2 para piano y orquesta, de Saint Saëns.
Según algunos, a Saint Saëns le costó diez días escribir el concierto; según otros, tres semanas. Lo cierto es que la obra se estrenó el 13 de mayo de 1868, con Saint-Saëns como solista La segunda función "a petición del público" permitió que esta vez fuera Anton Rubinstein quien se hiciera cargo del piano solista.
Es maravilloso ese comienzo del piano solo con una larga introducción (Miguel dice que parece una Tocata de Bach), pero escuchadlo todo, Os mando la versión del viejecito Rubinstein, pero en este caso Arthur.
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