En
1972, un joven cantante alemán intentó ingresar en el Conservatorio de
Hannover. No fue aceptado dado que no podía estudiar piano complementario,
asignatura obligatoria. El joven abandonó sus pretensiones de cursar estudios
en un centro público y oficial y comenzó clases de canto con una profesora
particular.
Thomas
Quasthoff, que así se llama, nació con una grave malformación física; nació sin
brazos y con una estatura muy inferior a la media, 1 m 43 cm. como consecuencia de
la ingesta de talidomida, prescrita a su madre durante el embarazo y que
provocó miles de casos similares en toda
Europa.
Quasthoff,
barítono, nunca ha querido convertirse en un ejemplo de superación de una
minusvalía, sino ser reconocido única y exclusivamente por la calidad de su
interpretación.
El
enlace nos lleva a su versión del lied Gute Nacht, del ciclo “Viaje de
Invierno” de Schubert, con textos de Wilhem Müller. Le acompaña al piano nada
menos que Daniel Barenboim
El texto
Buenas Noches
Como extranjero vine,como un peregrino me voy.
Mayo me favoreció
con muchos ramos de flores.
La niña me habló de amor,
la madre incluso habló de casamiento,
ahora el mundo es sombrío
y la ruta toda nublada.
No puedo elegir para mi viaje
una fecha de mi agrado:
debo encontrar mi propio camino
en la oscuridad.
Una sombra de luna
es la única compañía en el camino;
en las blancas praderas
busco las huellas de animales salvajes.
¿Por qué debería quedarme más tiempo
hasta quedar afuera del camino?
¡Dejemos que los perros aullen
delante de las casas de sus amos!
El amor ama la errancia,
dios también,
de uno al otro, mi querido amor,
¡buenas noches!
No te molestaré en tus sueños;
sería una lástima si no durmieses.
No oirás mis pasos que serán
inaudibles frente a tu puerta.
Antes de partir, tengo ganas de escribir
en tu puerta “Buenas Noches”
para que sepas que pienso en ti.
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