lunes, 26 de marzo de 2018

Aniversario muerte Beethoven

Hace unos cuantos años, 191 exactamente, en un día como hoy, 26 de marzo, fallecía en Viena Beethoven, que había nacido en Bonn en 1770. Vivió pues solo 57 años.
Fue un niño prodigio, con solo 10 años, la gente pagaba por escucharle tocar el piano en los conciertos que su padre, alcohólico, le organizaba. Taciturno, de pocos amigos, moreno de tez, por eso le llamaban “El Español”, pero grande dónde los haya.
“Hacer el bien, allá donde podamos, amar la libertad sobre todas las cosas, y nunca negar la verdad aunque sea frente al trono” afirmaría Beethoven.
Le recordamos con una de sus últimas obras. Para algunos, el más bello de los cuartetos de los de Beethoven, para otros el "Everest" de todos los cuartetos de cuerda, y hay quien dice que era el favorito de Beethoven. Me refiero al su Cuarteto nº 14, en Do sostenido menor, Op. 131.
Hace algún tiempo vi la película "El último concierto" del director Yaron Zilberman y protagonizada por Catherine Keener, Christopher Walke y el desaparecido Philip Seymour Hoffman, probablemente la hayáis visto. La película se centra en los miembros de un célebre cuarteto de cuerda que ve peligrar su continuidad cuando a uno de ellos le diagnostican una enfermedad que le imposibilitará volver a tocar. Preparan su último concierto juntos y la obra que van a interpretar es precisamente el Cuarteto nº 14, en Do sostenido menor, Op. 131 de Beethoven. No es una película sobre música, pero esa es la música, la maravillosa música de la película.
Beethoven lo escribió poco antes de morir, de hecho lo firmó seis días antes de su muerte. Tiene una duración aproximada de 40 minutos y Beethoven pidió que se interpretara sin solución de continuidad, "attaca" que dirían los músicos, sin pausa entre ellos. Así que entre los tiempos no hay ”tiempo” para descansar, ni para afinar los instrumentos. Lo escuchamos en la versión del American String Quartet, al que hace poquito tiempo escuchamos en Pamplona.
Se dice que cuando Schubert lo escuchó dijo: "Después de ésto, ¿Qué nos queda por componer?". Por cierto, leí que Schubert pidió escuchar este cuarteto poco antes de morir.
Este cuarteto sirvió a T.S. Eliot para escribir sus grandes “Cuatro Cuartetos, cuyos primeros versos sirven de apertura de la película:
Time present and time past
Are both perhaps present in time future
And time future contained in time past.
If all time is eternally present
All time is unredeemable.
El tiempo presente y el tiempo pasado
Acaso estén presentes en el tiempo futuro
Y tal vez al futuro lo contenga el pasado.
Si todo tiempo es un presente eterno
Todo tiempo es irredimible.
Disfrutemos
American String Quartet, Beethoven op.131. Live at Tel Aviv Museum, January 2013 Filmed by Gilad Shabani-Shoofan, (Gilad and Mazal Photographers http:menatwo...
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lunes, 19 de marzo de 2018

La Consagración de la Primavera

La Consagración de la Primavera

Ayer granizo y viento del norte y hoy nieve y viento del sur y mañana?. El tiempo meteorológico es caprichoso, la troposfera está revuelta, pero mañana, 20 de marzo, martes, a las 17,15, hora peninsular, comenzará la Primavera. Ese día y a esa hora, el Sol, en su transición hacia el hemisferio norte, se situará en el punto Aries, en el que la eclíptica se cruza con el ecuador y en ese preciso momento se produce el inicio de la Primavera. El día y la noche durarán prácticamente lo mismo. Es el Equinocio de Primavera.

Y cuánto se ha escrito en música con el nombre de “primavera”¡¡¡…, así a botepronto Vivaldi y una de sus “Estaciones”, Beethoven su “Sonata para violín y piano”, Schumann y su “Primera Sinfonía”, Sibelius y su “Canción de Primavera”, Respighi y su “Primavera”, Strauss y sus “Voces de Primavera”, Mendelssohn y su “Canto de Primavera”. Grieg y su Última Primavera, y Reinaldo Hahn, y Glazunov y Stravinsky y su “La Consagración de la Primavera” y así, casi casi hasta el infinito.

Y de todas esas primaveras, hoy me he quedado con la que Stravinski consagró y digo “consagró” por el tremendo escándalo que se organizó el día de su estreno.

Corría el año 1913 y el archiconocido empresario y crítico Sergio Dhiaguilev decidió estrenar la revolucionaria obra de un joven compositor que sorprendía con sus innovaciones, Igor Stravinsky. Dhiaguilev se enamoró de la partitura, así que contrató ni más ni menos que al coreógrafo Nijinsky para dirigir el ballet. Constaba de dos actos y se ambientaba en la cruel Rusia pagana. Describe el episodio del rapto y sacrificio de una doncella que debía bailar hasta morir para que los dioses permitieran el demorado estallido de la primavera. 

Su estreno, el 29 de mayo, en el Teatre des Champs Elysées de París continúa resonando en la Historia por el escándalo que se levantó en el patio de butacas entre abucheos y aplausos entre “conservadores” y partidarios de la innovación ya desde los primeros compases qie inicia el fagot..

En efecto, Stravinsky abandonaba el acompasamiento de los instrumentos. Los ritmos eran completamente irregulares difíciles de seguir por los bailarines, abundantes disonancias, las melodías no obedecían a los patrones habituales. Stravinsky logra un clima insólito. A partir de esta obra, los compositores del futuro ya no podrán ignorar estos nuevos recursos.

Copio de internet: “En la sala repleta del Théatre de Champs Elysées procuro imaginar al público que lo llenaba un siglo atrás, con la expectativa de conocer una obra deslumbrante. Pero una parte de ese público empezó a sentirse muy desconcertada, estafada, y descerrajó silbatinas que pronto fueron acompañadas por exclamaciones, risas y maldiciones. Quienes percibían que se trataba de algo nuevo, valioso, respondieron con más gritos. Entre los balcones y por sobre las butacas empezaron a volar cartulinas, sombreros y bolsas con golosinas. El escándalo crecía de forma acelerada. Nijinsky, tras las bambalinas, seguía dando transpiradas instrucciones a los bailarines para que no se desorientasen en medio de la batahola. La orquesta, dirigida por el maestro Pierre Monteux, hacía esfuerzos sobrehumanos para seguir la partitura... El compositor Camille Saint-Saëns abandonó el teatro golpeando el piso con su bastón, indignado…”

En la sala estaban entre otros, Picasso (futuro colaborador de Sergéi Diaghilev), Pierre Boulez, Jean Cocteau y personajes de moda como Coco Chanel, futura amante de Igor…

La mayoría de los espectadores se sintieron agredidos por la música y la danza allí expuesta. Otros, con mentalidad más abierta, supieron que se iniciaba una nueva era en el Arte Moderno y así fue.
Hoy día La consagración de la Primavera, de apenas media hora de duración, disfruta una celebridad enorme por derecho propio.

Disfrutémosla con la coreografía del propio Nijinsky para el estreno. En esta ocasión con los Ballets del Teatro Mariinski, de San Petesburgo y Valery Gergiv a la batuta.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Sarasate

No hay manera de andar. Si no es una borrasca profunda es un temporal y si no, una ciclogénesis explosiva. Y tantas, que la Agencia Española de Meteorología, junto con la francesa y portuguesa, han decidido bautizar a todos los fenómenos de este tipo susceptibles de causar daños significativos en bienes y personas en alguno de los tres países, vengan acompañados o no de una ciclogénesis explosiva. Atención, sólo los fenómenos atlánticos, no los mediterráneos.
La primera fue Ana, le siguieron Bruno, Carmen, David, Emma, Félix y estamos con Gisele. Las siguientes que lleguen a la Península ya tienen nombre, (como los “chopos de la Ribera”) y recibirán, por orden alfabético, los nombres de Hugo, Irene, José, Katia, Le, Marina, Nuno, Olivia, Pierre, Rosa, Samuel, Telma, Vasco y Wiam.
Con lluvia, todavía resulta más agradable escuchar música. Y que mejor que recordar que el 10 de marzo de 1844, nació en Pamplona, en la Calle San Nicolás, Martín Melitón Pablo de Sarasate y Navascués, el verdadero nombre completo de Pablo de Sarasate.
Todos conocemos su virtuosismo, su estancia en París, la admiración de muchísimos compositores del momento por sus cualidades musicales, sus visitas a Pamplona, sus “Llevadas a hombros” desde la Estación de Ferrocarril hasta su casa, sus interpretaciones al violín desde uno de los balcones del Hotel la Perla, en la Plaza del Castillo… Os recomiendo un exhaustivo estudio sobre Sarasate escrito por la musicóloga pamplonesa María Nagore.
Trascribo algunas citas sobre nuestro paisano que encuentro por internet:
“Arrastra al público a la estupefacción, la admiración y el éxtasis en su mayor grado”…”Es el padre de la técnica violinística moderna”. Carl Flesch, El arte del violín, 1923
“El público se volvía loco en todas partes. Nunca he experimentado nada parecido. Si se me permite usar la expresión “volverse loco”, tengo que decir que me volví loco con Pablo.”Max Bruch.
“Raramente hemos encontrado en un instrumentista igual exactitud y pureza de sonido; su manera de decir está a la altura de su ejecución: nos hemos limpiado repetidas veces los anteojos para convencernos de que era él solo quien tocaba…”. La France Musical, 1857.
“Tu aparición en mi vida ha sido la más grande fortuna de este artista; sin ti yo hubiera continuado escribiendo mis insignificantes producciones… Gracias a ti ha nacido el concierto; yo dormía, tú al despertarme me lo has revelado. Con el Concierto comienza una nueva etapa en mi vida y durante ella iré hasta el fin de mi Roi d’Is pasando por la Sinfonía Española y el Concierto de violonchelo”. Edouard Lalo
“Lo he escrito por requerimiento de Sarasate y expresamente para él. Las principales ideas de la obra nacieron del entusiasmo que ha hecho nacer en mí la indecible perfección con la que él ha realizado el primer concierto”. Max Bruch, sobre su segundo concierto de violín.
“Quienes asistían entonces a mis soirées musicales de los lunes no han olvidado la brillantez de mi ilustre amigo; era tal su resplandor que durante varios años ningún otro violinista aceptó tocar en mi casa. Todos estaban asustados ante la idea de enfrentarse a la comparación. Y él no sólo brillaba allí por su talento, sino también por su espíritu y por la elocuencia inagotable de su conversación, siempre interesante y sabrosa”.Camille Saint-Saëns
“El mérito de Sarasate es que hizo popular la música clásica, precisamente lo que necesitamos ahora” Ara Malikian .
Alguno de los autores de estas citas dedicaron obras a Sarasate En su libro, María Nagore presenta una catálogo de unas 80 obras dedicadas a Sarasate.
Propongo escuchar una de Camille Saint Saëns, Su “Introducción y Rondó caprichoso, para violín y orquesta” en la versión de Janine Jansen (nacida en Soest, Holanda, 7 de enero de 1978). Y resguardados en casita de Gisele, disfrutad la música.
Camille Saint-Saens - Introduction and Rondo Capriccioso…
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sábado, 10 de marzo de 2018

Berlioz Sinfonía Fantástica 4 Movimiento

Hoy en la Ciudadela era día de bodas y no el mejor. La lluvia incesante ha destartalado todo el cortejo y ha causado estragos, especialmente, como suele ocurrir en estos casos, en ellas. Tules y gasas con el apresto perdido, lentejuelas sin brillo, recogidos de pelo que iban poco a poco abandonándose a la fuerza de la gravedad y tapando los pronunciados escotes, tacones imposibles en las manos y no en los pies de sus portadoras. Solo los novios se han librado del desaguisado gracias al oportuno paraguas de un paseante que, como yo, ha detenido su paseo ante tal espectáculo. A los novios, sin embargo, se les veía felices, al fin y al cabo, es su día de bodas.
Los primeros lirios –creo que son lirios- han florecido. Los taludes están espectaculares.
Y tenemos a quien recordar: un 8 de marzo falleció Hector Berlioz, un 9 de marzo nació Samuel Barber, un 10 de marzo nuestro D. Pablo, sí, Don Martín Melitón Pablo de Sarasate y Navascués, en la calle San Nicolás de Pamplona… pero voy a escuchar algo de Berlioz, algo de su Sinfonía Fantástica.
Leo en internet, en la página de Pago Gómez, un interesante trabajo sobre la gestación de esta sinfonía y os traslado un poquito.
“La Sinfonía fantástica es una obra programática. La música programática es aquella que tiene un programa, es decir, que trata de describir o evocar algún tipo de idea no estrictamente musical. La historia de esta sinfonía, en este sentido, es fascinante. Berlioz asistió en 1827 a una representación de Hamlet, de Shakespeare. El papel de Ofelia lo representaba una actriz irlandesa, Harriet Smithson, de quien Berlioz cayó fulminantemente enamorado. Berlioz intentó conocerla, pero su esfuerzo fue en vano. Empezó a escribirle cartas de amor, cartas que la actriz recibió durante más de cuatro años y que nunca contestó. Escribió la Sinfonía fantástica como forma de liberar la tensión por ese amor no correspondido. En 1832, Harriet asistió a una representación de Lélio, una continuación de la Sinfonía fantástica, y comprendió que ella era la protagonista que aparecía en la música. Finalmente, Berlioz y Harriet se conocieron y al cabo de un año se casaron. Pero el matrimonio estuvo lleno de penalidades.
La obra contiene lo que Berlioz mismo llamó idée fixe o leitmotiv. Un leitmotiv o motivo principal es un motivo que aparece periódicamente y que se asocia con un objeto no musical, como puede ser una idea, un sentimiento o una persona. Wagner lo utiliza mucho en sus óperas (el acorde Tristán o el motivo de Sigfrido, por ejemplo). En la Sinfonía fantástica ese motivo principal representa a la bien amada; aparecerá en diversas ocasiones a lo largo de la obra, transformado según las circunstancias dramáticas.
El programa de esta sinfonía no es algo que hayan deducido los críticos de música. El propio Berlioz lo redactó para las notas de programa del estreno.
Berlioz la tituló” Sinfonía Fantástica: Episodio de la vida de un artista” y tiene cinco movimientos
-Sueños - Pasiones
-Un baile
-Escena en el campo
-Marcha al cadalso
-Sueño de una noche de aquelarre
Berlioz publicó dos versiones de la Sinfonía, una con el texto descriptivo y otra sin él. Propongo el cuarto movimiento, del que Paco Gómez dice lo siguiente:
Cuarto movimiento: Marcha al suplicio
Esta es la descripción del propio Berlioz:
[MARCHA DEL SUPLICIO. Cuarta parte. Habiendo adquirido la certidumbre de que no solamente aquella a quien adora no responde a su amor, sino que es incapaz de comprenderlo, y de que, además, le es indigna, el artista se envenena con opio. La dosis del narcótico, demasiado débil para causarle la muerta, lo sumerge en un pesado sueño acompañado de las más horribles visiones. Sueña que ha matado a la que amaba, que está condenado, y que es conducido al suplicio y que asiste a su propia ejecución. El cortejo avanza al son de una marcha a veces sombría y salvaje, a veces brillante y solemne, en la cual un ruido sordo de pasos pesados conducen sin transición a los más atronadores estampidos. Al final de la marcha, los cuatro primeros compases de la idée fixe (el clarinete) reaparecen como un último pensamiento de amor interrumpido por el golpe fatal. ). Tras ese breve pensamiento, implacable, la caja la ejecución recuerda el destino cierto del artista. La cuchilla asesta el golpe fatal.
Va pues el cuarto movimiento, dirige Gustavo Dudamel

miércoles, 7 de marzo de 2018

143 cumpleaños de Ravel


Alegrándome de haber nacido dónde he nacido y de cuando he nacido, después de haber visionado un par de cortos de la Sección Oficial del Festival de de Cine Documental “Punto de Vista”, callejeo por Pamplona, sol radiante sobre la Plaza del Castillo, Chapitela, Zapatería y San Antón, Ciudadela (que guarda celosamente  los siempre verdes Abetos rojos y los Cipreses de Lawson y las encinas, pinos y aligustres,  y los, todavía desnudos, abedules y robles y hayas y tilos y las falsas acacias y sóforas.
Viene a mi memoria que hoy, Maurice Ravel hubiera cumplido ciento cuarenta y tres años. Y me apetece “festejarlo” con algunos apuntes que leo por internet.
El 7 de marzo de1875 nace Ravel en Ciboure (aquí al lado)  Compositor junto a Debussy, con quien se le suele relacionar habitualmente, es el gran representante de la moderna escuela musical francesa. Conocido universalmente por el Bolero, su catálogo, aunque no muy extenso, incluye una serie de obras hasta cierto punto poco conocidas que hablan de un autor complejo, casi misterioso, que evitaba cualquier tipo de confesión en su música.
Su obra es el fruto de una compleja herencia y de hallazgos musicales que revolucionaron la música para piano y para orquesta.    Entre 1929 y 1930 Ravel compuso sus dos conciertos para piano casi simultáneamente: el Concierto en Re Mayor para la mano izquierda y el Concierto en Sol Mayor.
Ravel ya empezó a pensar en un concierto para piano y orquesta allá por 1906, sobre unos temas vascos, que provisionalmente tituló Zazpiak-Bat. En 1913 informó a su amigo Igor Stravinski  que estaba retomando este trabajo. Pero la I Guerra Mundial desencadenó en Ravel una profunda crisis. No sólo se sintió incapaz de componer durante el conflicto, sino que se dejó arrastrar por la necesidad de combatir por su país. Se empeño en alistarse y se aplicó en conseguirlo con la misma meticulosidad con la que componía. Fue declarado inútil porque no daba la talla de altura ni el ancho de pecho. Se presentó voluntario y tuvo que mover todas sus influencias para al final lograr su ingreso en el Ejército. No en aviación, como Ravel pretendía, sino en un mucho más modesto destino de conductor de camión en el frente de Verdún, como soldado de segunda clase.
 Este paréntesis de la Guerra hizo que Ravel dejara los bocetos del concierto para piano en París y fue también el final de su Zazpiak-Bat, aunque parte de su material fue reutilizado en el Concierto en Sol Mayor que hoy nos ocupa.
 El Adagio del Concierto es extraordinario, recordando la profundidad y quietud de las Gymnopedies de Erik Satie. El piano empieza sólo, y durante unos tres minutos interpreta lo que parece un lento vals, aunque desconcertante por los ritmos cruzados entre acompañamiento y melodía. El tiempo parece suspendido para cuanto entra la orquesta con los vientos madera, introduciendo un tema que se contrapone a las filigranas del piano. En algún momento Ravel dijo que el modelo de este movimiento era el análogo del quinteto para clarinetes de Mozart, que siguió como guía absoluta.
Mañana 8 de Marzo, la mujeres tenemos fiesta, mucho que celebrar y mucho que reivindicar  por eso he elegido una versión femenina, la de la pianista  Helene Grimaud con el director Vladimir Jurowski. Cuota? … Felicidades Maurice y gracias por tu legado,