Esta mañana, me dirigía
a mi pueblo, a acompañar a mi familia al cementerio a depositar los restos de
mi primo Javier.
No está la mañana
especialmente clara, ni especialmente luminosa sin embargo, mientras voy por la
carretera, el Moncayo se me ofrece majestuoso. Su perfil de obispo dormido, con
mitra y báculo, está cubierto de nubes blancas, y lo tengo tan cerca que dudo
si es el Moncayo o simplemente un cúmulo de nubes con idéntico perfil.
Sea como fuere he ido pensando en Javier; amaba la montaña y en su
recuerdo escucho “Una Sinfonía Alpina”
de Richard Strauss. Es más
bien un poema sinfónico, un ejemplo de lo que se suele denominar música
programática, porque cumple un programa (expresa un argumento) narrado por el
compositor. En ella Strauss recrea una jornada de once horas y dos amigos
en los Alpes: desde el amanecer hasta la puesta del sol y la noche. Tremenda
aventura, como tremenda aventura es la vida.
Estos son los episodios ilustrados en la música: 1 Noche. 2 Amanecer.
3 Ascenso. 4 Entrada al bosque (sensación de recogimiento, canto de los
pájaros, cornos de caza). 5 A lo largo del torrente. 6 La cascada (maderas,
cuerdas y arpas). 7 Aparición. 8 En los
prados floridos. 9 En los pastos. 10 Perdidos en la espesura y maleza. 11 El
glaciar. 12 ¡paraje peligroso! 13 La cima (reminiscente del tema de la
naturaleza en el poema sinfónico Así
habló Zaratustra ). 14 Perspectiva (sonoridades irisadas). 5 Aparece
la niebla. 16 El sol se oscurece paulatinamente. 17 Elegía (misterio y
expectación). 18 Calma que precede a la tormenta: crispación, amenaza latente. 19
Tormenta (desencadenamiento de la percusión y las máquinas de viento y de
truenos). Descenso (de manera ingeniosísima, cada uno de los temas de la
ascensión es re-expuesto en orden inverso y en forma retrógrada; esto es, de
atrás hacia adelante). 20 Puesta de sol. 21 Epílogo (recapitulación de los
recuerdos del viaje). 22 Noche (idéntico tema del comienzo).
Hay dos formas de disfrutar la Sinfonía alpina , de Richard
Strauss. Una: no ocuparnos de lo que “dice”, “narra”, “describe”, y gozarla
como música pura, meras formas sonoras en movimiento. Dos: dado que el
compositor se tomó el trabajo de redactar un puntilloso programa en el que
explicita lo que cada una de las 22 secciones de la obra evoca, escucharla
siguiendo el texto. Ambas son correctas.
Utilizando el argot taurino. ¡Va por ti,
Javier!
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